La tutoría personal en el ámbito educativo representa una herramienta esencial para garantizar una formación integral que vaya más allá de la mera adquisición de conocimientos. La figura del tutor desempeña un papel clave, ya que actúa como guía, orientador y acompañante en el recorrido educativo de cada estudiante.
La importancia de la tutoría personal radica en su capacidad para atender las necesidades individuales del alumnado, reconocer sus fortalezas, detectar posibles dificultades y ofrecer el apoyo necesario para superarlas. Este espacio de acompañamiento favorece no solo el rendimiento académico, sino también aspectos fundamentales como la autoestima, la motivación y la capacidad de enfrentar situaciones de manera autónoma y responsable.
A través de la tutoría, el estudiante encuentra un espacio de escucha y orientación que le permite sentirse comprendido y apoyado en su trayectoria escolar.
En este marco, la Escuela Familiar Agraria El Campico otorga a la tutoría personal un papel de pilar fundamental dentro de su propuesta educativa, integrándola como un elemento esencial de su identidad pedagógica.
Esta visión refleja un compromiso firme con la formación integral de los jóvenes, basada en valores humanos, la responsabilidad y la preparación para la vida laboral y social.
Además, la tutoría cumple una función de mediación entre la escuela, la familia y el propio estudiante, facilitando la comunicación y promoviendo una relación de confianza entre los diferentes actores del proceso educativo.
La tutoría personal en educación, y particularmente en instituciones como la Escuela Familiar Agraria El Campico permite valorar su impacto en el rendimiento académico y en la formación de ciudadanos críticos, responsables y capaces de construir su propio proyecto de vida.
La organización de la EFA El Campico organiza sus recursos de manera que cada alumno tenga un tutor personal con el que hace seguimientos quincenales con el alumnado y con las familias.
En el mes de septiembre se distribuyen los tutores personales. Cada grupo clase de tendrá la siguiente estructura:
El profesorado recibe formación periódica y actualizaciones por parte de profesores que han formado parte de la EFA y ya están jubilados, por parte de expertos externos, o bien mediante la realización de cursos o la participación de reuniones o jornadas con otros centros.
Las tutorías personales se calendarizan quincenalmente tanto con alumnos como con familias. La duración de cada tutoría no está establecida de antemano, ya que puede variar en función de la temática, de las circunstancias del alumnado, de la trayectoria académica y disciplinaria. Se puede decir que duran lo necesario para que sean productivas y efectivas.
En el trabajo tutorial grupal, hay un plan de formación en virtudes y en soft skills, establecido por el centro, que establece el programa de temas a trabajar de forma mensual.
Existe un material de ayuda y apoyo al profesorado para la preparación de las tutorías grupales y personales.
Ese material está organizado de forma que hay una planificación concreta, con el objetivo de que el tutor tenga la mayor cantidad de recursos disponibles para poder trabajarla, sin tener que emplear tiempo en su búsqueda.
Cada mes, el plan tutorial trabaja una virtud (bien, libertad, placer, deber, verdad…) y una soft skill (confianza en sí mismo, autocontrol, actitud positiva, asertividad, iniciativa, organización y planificación…) a través de tutorías con el tutor.
A continuación se puede ver la guía didáctica sobre la competencia “ confianza en sí mismo” seguida de una rúbrica de autoevaluación.
A final de curso se emite un certificado de adquisición de esas competencias transversales.



Puedes acceder a las guías didácticas de cada competencia, con descripciones y rúbricas de autoevaluación, así como al plan de formación completo.
Cada alumno del GRADO BÁSICO tiene un tutor personal. Los tutores personales de GRADO BÁSICO son siempre docentes de ese ciclo formativo, y siempre docentes del alumno tutorado.
En este caso, contamos con 30 alumnos entre los dos cursos, repartidos entre 3 profesores (los 2 tutores, que llevan la carga mayor, y un docente que sirve de apoyo), todos docentes en el Grado Básico.
En cuanto al tiempo para tutorías personales de los docentes, se realiza en horas complementarias de su horario.
En los últimos cinco cursos, los Grados Básicos de la EFA han obtenido excelentes resultados:
La experiencia de nuestro centro nos demuestra la importancia que la tutoría personal, que el trabajo individualizado con cada alumno, tiene a la hora de la formación tanto académica como personal.
Un alumnado donde todo va sobre ruedas no supone ningún reto para el docente. En cambio, cuando se presentan situaciones complejas es cuando de verdad la figura del tutor, del docente, cobra su máxima expresión.
El inicio de curso con un grupo de alumnos con escasa motivación por la formación, carente de valores básicos, de normas mínimas y de nulo interés por aprender es el verdadero reto que cada uno de nosotros asumimos.
Para superar estos desafíos, desde la EFA EL CAMPICO solo conocemos un método: la implicación del profesorado, su identificación con un modo de trabajo y el interés y la preocupación por las personas.
Y es importante destacar que todos los que trabajamos en y con tutorías personales siempre nos llevamos algo nuevo, aprendizajes directos e indirectos, que nos permiten seguir mejorando en nuestra labor. Descubrir habilidades, corregir defectos, conocerse mejor para también querer y tratar de mejorar nos permite el hecho de trabajar de forma directa, personal, individualizada con nuestro alumnado.
C.B. fue un alumno de GRADO BÁSICO que no quería seguir formándose, y que actualmente está terminando el GRADO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS MEDIOAMBIENTALES. Fue un caso ejemplar de cómo un acompañamiento puede influir para positivo.
“Yo no quería estudiar, pasaba de todo, solo quería trabajar y ganar dinero. Hice la básica y en 2º mi tutor personal me empezó a hablar de hacer un grado medio. Le dije que no, pero me quedó en la cabeza la propuesta. Finalmente, me matricule. Cuando estaba en 2º de grado medio, un profesor con el que tenía buena relación me dijo que hiciese un superior, que lo probase, pero yo no quería. Él insistía sin agobiar, me demostraba que confiaba mucho en mí y que me iba a gustar. Me matriculé y lo terminé. Y cuando terminé, le pregunté por la universidad, porque veía que había encontrado un camino que me gustaba. ¡Y aquí estoy! Si no hubiesen confiado en mí, no estaría donde estoy.“
“Es muy gratificante ver cómo puedes influir en la trayectoria de alumnos que llegan totalmente desmotivados, sin ganas de aprender ni de hacer nada, simplemente con la labor tutorial, el demostrarles interés por ellos, brindarle una mano de ayuda, para poder ir mejorando poco a poco. Es un trabajo duro, con momentos muy complicados, pero que se ven recompensados de largo con gestos y resultados “
ivanrodriguez@elcampico.org
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