Talentos Inclusivos es un proyecto que busca mejorar la vida de las personas con parálisis cerebral mediante la elaboración de soluciones tecnológicas. El alumnado de los ciclos de grado básico trabaja de forma colaborativa con CITIC y AMENCER-ASPACE para diseñar y construir prototipos que respondan a necesidades reales de los usuarios. A lo largo del proyecto, los estudiantes participan en visitas, videoconferencias y sesiones formativas que fomentan la empatía, la inclusión y el trabajo en equipo. Además, se refuerzan sus competencias personales, sociales y tecnológicas, despertando vocaciones científicas y creativas. Los resultados se presentan en una feria final, donde se muestran las soluciones desarrolladas y el impacto positivo del proyecto en la comunidad.
Nuestro alumnado de los ciclos de grado básico suele relacionarse en entornos muy reducidos, con escasas oportunidades para conocer realidades diferentes a las suyas. Esta falta de apertura se traduce, en ocasiones, en actitudes críticas o incluso en burlas hacia aquello que perciben como diferente, especialmente hacia compañeros con discapacidades o dificultades personales. Todo ello refleja una clara dificultad para desarrollar la empatía y comprender cómo se sienten los demás. Al mismo tiempo, gran parte de estos estudiantes presentan una baja autoestima y tienden a creer que sus aportaciones carecen de valor, lo que refuerza su percepción de que no son capaces de ser útiles en su entorno.
La práctica del proyecto Talentos Inclusivos se desarrolló paso a paso con la implicación del alumnado y de las dos entidades colaboradoras: CITIC y AMENCER-ASPACE.
El Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y la Comunicación de la Universidade da Coruña (CITIC) coordina el proyecto y proporciona soporte en recursos y formación técnica durante todas sus fases. La asociación Amencer-ASPACE, formada por familias de personas con parálisis cerebral y otros trastornos neuromotores, aporta su conocimiento sobre las necesidades de los usuarios y asesora en la identificación de las soluciones más adecuadas para cada persona.
El primer contacto se realizó mediante una videoconferencia, donde el alumnado pudo conocer de primera mano las necesidades de las personas con parálisis cerebral y plantear las primeras ideas.
Más adelante, los usuarios de AMENCER-ASPACE visitaron el centro educativo para explicar en persona cuáles eran sus retos diarios y qué soluciones les resultarían más útiles. Con esta información, el alumnado comenzó a trabajar en los primeros bocetos y prototipos, que fueron compartidos en reuniones mensuales online para revisar los avances y recibir sugerencias de mejora.
Una parte muy enriquecedora fue la visita al centro AMENCER de Vigo, donde el alumnado conoció los espacios y comprendió mejor cómo sus propuestas podrían integrarse en la vida cotidiana de los usuarios. El trabajo continuó con la construcción de prototipos más avanzados y con formaciones específicas en programación y montaje de materiales, siempre con el apoyo de las entidades colaboradoras.
Finalmente, los resultados obtenidos se presentaron en una feria en la Ciudad de la cultura de Santiago de Compostela, en la que los estudiantes mostraron sus proyectos terminados y explicaron cómo cada propuesta buscaba dar respuesta a los retos planteados, visibilizando tanto el proceso de aprendizaje como el impacto positivo de las soluciones tecnológicas propuestas para la vida de las personas con parálisis cerebral.
El proyecto Talentos Inclusivos contó con la participación de una amplia comunidad educativa y social, convirtiéndose en una experiencia compartida y enriquecedora para todos los implicados.

Por un lado, participó de forma indirecta todo el alumnado de primer curso de los ciclos de grado básico de nuestro centro, ya que las jornadas de sensibilización y las visitas estuvieron abiertas a todos ellos. De forma más directa, en la resolución y elaboración de los retos tecnológicos trabajaron grupos de 10 estudiantes por cada reto, desarrollándose un reto por cada familia profesional. De este modo, el alumnado de Agrojardinería diseñó y construyó una jardinera accesible; el grupo de Peluquería desarrolló un espejo inteligente; los estudiantes de Mantenimiento de Vehículos elaboraron un coche teledirigido con mando adaptado y el equipo de Artes Gráficas creó un brazo articulado para tablet.
En el profesorado se implicaron cuatro docentes: las dos profesoras de Ciencias Aplicadas, la orientadora del centro y un profesor del ámbito de Comunicación. Además, se sumó la colaboración del alumnado de Ciclo Superior de Diseño junto a su profesor, quienes aportaron sus conocimientos en la elaboración de piezas mediante cortadora láser, enriqueciendo la parte tecnológica del proyecto.
Las entidades colaboradoras también jugaron un papel clave. Desde CITIC, expertos en diseño 3D y programación acompañaron el proceso de ideación y prototipado. Por su parte, en el centro AMENCER de Vigo, participaron tanto cuidadoras y profesoras como los propios usuarios y usuarias, quienes compartieron sus experiencias, necesidades y opiniones, guiando así la orientación de los proyectos hacia soluciones verdaderamente inclusivas.
La valoración global del proyecto Talentos Inclusivos ha sido muy positiva, tanto por parte del alumnado como del profesorado y de las entidades colaboradoras. El trabajo realizado permitió cumplir de manera satisfactoria los objetivos planteados:
“El proyecto no solo cumplió con los objetivos establecidos, sino que también generó un impacto transformador en el alumnado, contribuyendo al desarrollo personal, académico y social de todos los participantes.“
Profesora de Ciencias Aplicadas participante
La valoración cualitativa del proyecto Talentos Inclusivos pone de relieve un impacto muy positivo tanto en el alumnado como en el profesorado y en las entidades colaboradoras. Los estudiantes mostraron una evolución significativa en su capacidad para ponerse en el lugar de los demás, superando actitudes iniciales de crítica o desprecio hacia la diferencia para transformarlas en comportamientos más respetuosos, empáticos y solidarios. Un resultado especialmente significativo fue comprobar cómo el proyecto influyó en la elección vocacional de varias estudiantes, quienes, motivadas por la experiencia inclusiva, decidieron encaminar sus estudios hacia el Ciclo de Atención a Personas en Situación de Dependencia.
El proyecto también contribuyó a reforzar su autoestima, al comprobar que sus ideas y creaciones podían tener una utilidad real y mejorar la vida de otras personas. El hecho de trabajar en retos con un propósito social generó en ellos motivación, orgullo y una mayor confianza en sus propias capacidades.
En el plano formativo, se evidenció una mejora de las competencias tecnológicas y de trabajo en equipo, así como un acercamiento a la ciencia y la innovación desde un enfoque práctico y significativo. La colaboración con entidades externas y con alumnado de otros niveles educativos enriqueció la experiencia y favoreció un aprendizaje más global e interdisciplinar.
En definitiva, el proyecto se percibe como una experiencia transformadora que no solo alcanzó los objetivos propuestos, sino que también generó un clima de inclusión, cooperación y confianza que traspasó los límites del aula.
La puesta en marcha del proyecto Talentos Inclusivos supuso un aprendizaje no solo para el alumnado, sino también para el equipo docente y las entidades colaboradoras. Entre los principales retos y lecciones aprendidas destacan:
En conjunto, estas lecciones aprendidas aportan una valiosa guía para futuras ediciones, orientando hacia una organización más eficiente y una mayor implicación de todos los actores en el desarrollo del proyecto.
1. Medios y recursos
2.Temporalización
3. Motivación del alumnado
4. Gestión del equipo
5. Metodología
En el siguiente enlace se accede al documento de trabajo para el Reto de la jardinera accesible.
Las páginas web de las entidades colaboradoras son:
Algunas imágenes de los productos finales elaborados son:

Jardinera accesible: favorece el cuidado de plantas por todos los usuarios de un aula, mediante la regulación de la altura. Se emplearon diseño y corte láser y adaptación de los mandos.

Coche teledirigido con mando adaptado: favorece el aprendizaje del uso de joystick de la silla de ruedas de forma lúdica, mediante programación de Raspberry Pi y cortado láser.

Brazo móvil: para tablet comunicador mediante impresión 3D, servomotores y programación con Arduino.

Boccia: adaptada para uso autónomo por parte de usuario, mediante cortadora láser e servomotor.

Mesa de arteterapia: para realizar dibujos de forma autónoma, mediante diseño e impresión 3D.

Adaptador de cámara de fotos para silla de ruedas: permite al usuario sacar fotografías con cámara, adaptación de materiales e impresión 3D.

Programación con Scratch de varias versiones del juego SIMON DICE: con sonido incorporado, regulador de velocidad y diferentes figuras geométricas.
maria.del.puerto.blanco@edu.xunta.gal
puerto.pontevedra@gmail.com
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